Western, sucio y primerizo, de trama lenta y sencilla. Aquí sobresale el trabajo actoral, nadie como Kurt Russell para estos líos, y no por nada es un ícono que vive siempre en el medio o lejano oeste.
Ahora bien quiero hablarles de un amigo, a este actor lo quiero mucho y siento que yo, el pobre y desventurado Conde Filmstrostky, acabaré con la misma cara triste que tiene Richard Jenkins. Esplendido actor y que además de humilde también desborda carisma. En fin; lo amo.
Ya lo demás son ridiculeces y por menores. Osea, caníbales del oeste, no se rían, pues ninguna época es susceptible a este tipo de singularidades.
2/5 Estrellas.
El Conde Filmstrostky.