El cielo se nos ha atestado de palabras
de género miedoso, forzado y mordido,
de paladares que embrutecen a los dogmas,
celan y sepultan a los grandes ausentes:
Dioses de pieles sobrias, o lisas o verdes.
Víctor Hugo Ávila Velázquez
* Pieter Brueghel el Joven. L’Adulatore, 1592 ca., olio su tavola circolare.