Creo que es una de las peores adaptaciones de Macbeth. Quizá por eso el ensayo desesperado de lo surrealista, lo ambiguo y la constante pretensión de querer salvar el film con un trabajo actoral de tintes comerciales, en este caso, conformado por las sabrosuras de Marion, Fassbender, y un tímido David Thewlis. Aun así, sobra todo, duerme mucho y cae en el olvido, en picada y con un sabor amargo.
1/5 Estrellas.
El Conde Filmstrostky.